Spain Comunicado de prensa May 25, 2023

Viento de cambio

La Agencia Internacional de Energía estima que la energía eólica podría cubrir más de un tercio de la demanda mundial de energía en el futuro y reducir las emisiones de CO2 en una cuarta parte para 2050, una contribución importante para detener el calentamiento global.


¿Puede el viento, el sol o el agua mantener la economía del siglo 21 en marcha? ¿Qué tan realista y cuán financieramente factible es eso?Hablamos con Beatriz Crisóstomos, responsable de Innovación de Iberdrola, y con Gregor Winkler, banquero de Corporate Bank en España.

La ventaja de la energía eólica es que está permanentemente disponible, a bajo costo. Aunque la construcción de nuevos parques eólicos es inicialmente cara, los costes operativos son comparativamente bajos. Y su tecnología ahora se considera muy madura.

Pioneros del País Vasco

¿Por qué Iberdrola decidió centrarse en la energía eólica hace 20 años?

"Analizamos nuevas tecnologías y la tecnología de turbinas nos pareció muy avanzada en ese momento. Queríamos estar a la vanguardia", dice Crisóstomos. De hecho, Iberdrola puso todos sus huevos en una sola canasta, invirtiendo fuertemente en investigación y desarrollo y cerrando gradualmente sus centrales eléctricas convencionales, un movimiento audaz que ha dado sus frutos: hoy, la compañía es un proveedor líder de energía renovable y suministra electricidad sostenible a 100 millones de personas en 16 países.

Viento de cola del sector público

La energía renovable ganó impulso político con el Acuerdo de París de 2015. Por primera vez, los países estaban estableciendo objetivos vinculantes de reducción de CO2.

En el Pacto Verde Europeo de 2019, la Comisión de la UE reafirmó el papel clave de las energías renovables para ayudar a Europa a cumplir los objetivos climáticos, y también estableció cifras concretas para la energía eólica: para 2030, por ejemplo, se espera que la capacidad eólica marina sea de, al menos, 60 gigavatios. En comparación, en 2021 fue de 14,6 gigavatios. Para 2050, se espera que aumente a 300 gigavatios, un aumento de cinco veces en 20 años.

Alta necesidad de inversión privada

Con planes de que se necesitan inversiones grandes y a largo plazo en equipos y tecnología, algo que el sector público no puede cubrir solo. "Definitivamente necesitamos más inversión privada", explica Winkler. Está seguro de que los inversores están hoy más interesados en las inversiones ESG (es decir, las que se realizan teniendo en cuenta los aspectos ecológicos y sociales, así como el buen gobierno corporativo) y ve un gran potencial para atraer nuevos inversores.

Sin redes fiables, no puede haber revolución en el sector energético

Según Beatriz Crisóstomos, responsable de Innovación de Iberdrola, las redes estables y las opciones de almacenamiento son cruciales para suministrar energía de forma fiable a empresas y hogares. "Tenemos que asegurarnos de que podemos transportar la energía a cualquier lugar y en cualquier momento. La digitalización también nos está ayudando aquí; Estamos desarrollando redes inteligentes".

Con esta tecnología, un sistema de control central coordina la generación, el almacenamiento y el consumo de manera óptima, equilibrando las fluctuaciones de energía en la red, especialmente las provenientes de energías renovables.

En los próximos dos años, Iberdrola planea invertir 27.000 millones de euros solo en expansión y almacenamiento de la red. Crisóstomos ve a Europa como líder en energía eólica: "Aquí podemos ver cómo puede ser nuestro futuro", dice. ¿Qué desea? Procedimientos de aprobación más rápidos para parques eólicos. "Tenemos que darnos prisa", añade.

“Iberdrola decidió hace más de dos décadas pasar estratégicamente de la dependencia de los combustibles fósiles a las energías renovables. La dirección de la empresa tenía una estrategia clara, que nos gusta y por eso nos hemos convertido en socios comerciales muy cercanos”, explica Gregor Winkler, banquero de Corporate Bank en España.

O, con Don Quijote en mente: ¡No tengas miedo de los molinos de viento!

Para obtener un retrato más detallado de la empresa española y cómo trabajamos juntos, mira el case study (the flow case study of our Corporate Bank) en la revista Flow de Corporate Bank